Reseña: Mi Amigo Robot

En Mi Amigo Robot, el mundo está poblado por animales. Estos están antropomorfizados, claro, y se relacionan unos con otros sin importar la especie. Nuestra historia se lleva a cabo en el Nueva York de los ochenta, en el que Perro vive solo, gusta de jugar videojuegos, y lleva una existencia relativamente tranquila. ¿El problema? La soledad. Y cuando ve publicidad sobre un robot que le puede hacer compañía, no duda en adquirirlo.

El perro y el robot hacen clic de inmediato. Y si acaso esto es parte del servicio, queda en segundo plano. El director español Pablo Gerber y su equipo de animación logran que todo se sienta sumamente orgánico, y la alegría de ellos es la alegría de nosotros. La relación que forman -llámesele como se le llame- parece ser inquebrantable, y cuando los vemos juntos disfrutando de El Mago de Oz no podemos evitar sonreír y desearles esa felicidad por siempre.

Claro está que, si así fuera, no habría película. Y en una escapada a un parque de diversiones, el robot se mete al mar, se asolea, y se oxida. Su fiel acompañante no lo puede mover, y promete regresar. La playa, sin embargo, ha cerrado, y no volverá a abrir en meses.

Lo que sigue es un relato profundamente desgarrador en el que el destino separa a estos dos personajes y la necesidad de conexión nunca se hace más latente. Una arista sigue al perro, detallando sus actividades como idas al boliche, a una fiesta, y a esquiar. Pero estos episodios, si bien son entretenidos, parecen desviarse del propósito principal de la historia, y se pueden llegar a sentir como relleno.

¿De qué? Resulta que el robot, abandonado en la playa, queda a la merced de la naturaleza y de extraños que pasan por el camino, pero sobre todo de sus sueños, pasajes cautivadores que están llenos de imaginación y posibilidades.

La película, que tuvo su estreno en Cannes y Toronto antes de ser nominada al Óscar, está basada en la novela gráfica de Sara Varón, y nos adentra en su mundo por medio de pura animación y música. Aquí no hay diálogos, ni son necesarios para transmitir un mensaje contundente sobre resiliencia y supervivencia, y cómo la felicidad puede manifestarse de diversas maneras. Ahí, siempre, quedarán las vidas pasadas.

Título original: Robot Dreams
Año: 2023
País: España, Francia
Director: Pablo Gerber
Voces: Iván Labanda, Tito Trifol, Rafa Calvo

Esta reseña apareció inicialmente en la sección Primera Fila del periódico Reforma.

Pepe Ruiloba
pepe@cinepantalla.com

Apasionado del cine, la televisión y el olor a tierra mojada de Guadalajara. Crítico de cine y programador de festivales. Más Forrest que Pulp, pero para todos hay. Y pa fregonas... Salma.

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