
22 Nov México y su fascinación por el cine de terror
No es ningún secreto que en México tenemos una fascinación particular por el cine de terror. Y con ese término nos referimos a cine que raya entre el horror, el gore, y hasta el suspenso, con temas que varían entre demonios, fantasmas, asesinos en series, o mitos y leyendas.
El por qué nuestra cultura es tan receptiva a este tipo de material quizás amerite una tesis completa, pero no me queda duda de que nuestra idiosincrasia y el tratamiento que le damos a la muerte tiene mucho que ver con esa atracción, y sí, hasta valentía.
Si bien es cierto que las películas más taquilleras en México suelen ser las de superhéroes y las de animación –un modelo que funciona en casi todo el mundo- el estrenar películas de terror en nuestro país es una fórmula prácticamente garantizada para hacer dinero.
Sobre esta línea, habría que notar que en el top 5 de las películas más taquilleras de la historia en México se encuentran las cuatro iteraciones de la saga de los Avengers. ¿Cuál es la quinta? Coco, por supuesto, que en 2017 tomó al país por sorpresa con su imaginativo y respetuoso tratamiento del Día de Muertos, logrando hacer más de mil millones de Pesos.
México es un país cinéfilo por naturaleza, y una de las paradas más importantes para cualquier producción. Como dato curioso, China, India y Estados Unidos son los países que más boletos de cine venden al año, pero los primeros dos lo hacen mayoritariamente de producciones locales. México ocupa el sitio número cuatro.
Y como dato adicional, en nuestro país usualmente se estrenan más películas del resto del mundo que de Estados Unidos, a pesar de que el número de pantallas que se les dan es excesivamente desproporcional. Pero esto habla de un público que tiende a buscar cine de ciertos tipos de géneros, de ciertas nacionalidades, y de ciertos temas específicos.
Ahí es donde el cine de terror encuentra su nicho en México.
Lo que dice la historia
La época de oro del cine mexicano en cuestión de terror es sin duda la década de los sesentas, de donde salieron clásicos como Hasta el viento tiene miedo (1968) y El libro de piedra (1969), además de hasta otras 30 producciones. Luego vendrían otras películas imprescindibles como Más negro que la noche (1975), Alucarda, la hija de las tinieblas (1978), Veneno para las hadas (1984), Cronos (1993), y Sobrenatural (1996).
El nuevo siglo no ha traído abundancia en cuestión de cine de género, y sus ejemplares más taquilleros en el país son KM 31: Kilómetro 31 (2006), Más negro que la noche (2014), El espinazo del diablo (2001) y Hasta el viento tiene miedo (2007). Dos de ellas son remakes de clásicos mexicanos, y una es una coproducción española dirigida por Guillermo del Toro.
Otras películas como Belzebuth (2017), Juega conmigo (2021), El exorcismo de Carmen Farías (2021), Inquilinos (2018) y El libro de piedra (2009) han sido relativamente bien recibidas por el público, pero sus ingresos son muy pequeños comparados con las grandes producciones de Estados Unidos, que son las de mayor preferencia de un público ávido de experiencias que les suban la adrenalina.
Tomando en cuenta los años inmediatos antes de la pandemia, el top 10 de taquilla en México por lo general incluía mínimo una película de miedo. En 2019 fue It capítulo dos, en 2018 fue La monja, en 2017 fue It (Eso) y en 2016 fue El conjuro 2. Estas películas superaron, entre otras, a superproducciones como Spider-Man: De Regreso a Casa, Mujer Maravilla, y Deadpool 1 y 2.
Se empieza a notar aquí una tendencia, donde se puede observar que las películas de demonios con tintes religiosos tienen un atractivo particular para el público mexicano, cuya cultura está profundamente ligada al catolicismo.
La monja (2018) es la más taquillera de todas, con 22.2 millones de dólares. Le siguen El conjuro 2 (2016) con 20.4 y Annabelle (2014) con 19.1. De hecho, cuando se trata de la saga de El conjuro y de Annabelle -ambas con tres películas-, México es el segundo país que más taquilla logró a nivel mundial después de Estados Unidos. Aun así, no todas las franquicias del mismo tipo han corrido con la misma suerte, como la de La noche del demonio, que hasta su cuarta entrega, titulada La última llave, logró un impacto importante.
Cuando se trata de asesinos o temas supuestamente más anclados en la realidad, el público mexicano es difícil de predecir. La saga de La noche de la expiación, con cinco películas, fue creciendo una por una, hasta que la cuarta, 12 horas para sobrevivir: El inicio (2018), se logró colocar en segundo lugar a nivel mundial.
Por otro lado, la franquicia de Saw: Juego macabro –con nueve películas- nunca ha logrado seducir a México. Y lo mismo le pasa a las iteraciones modernas de La masacre de Texas. Solamente las nuevas versiones de la saga de Halloween han logrado llamar la atención, con la versión de 2018 colocándose en segundo lugar a nivel mundial, y la reciente entrega siguiéndole los pasos.
El público mexicano también se ve renuente a aceptar un tipo de terror más de autor. Las excepciones son El legado del diablo (2018) y La bruja (2015), pero otras producciones como Midsommar: El terror no espera la noche (2019), Está detrás de ti (2014), La cabaña del terror (2011), ¡Huye! (2017), Suspiria: El maligno (2018), y Nosotros (2019) han logrado resultados moderados.
México, sin embargo, ha sido punta de lanza para algunas producciones foráneas como Voraz (2016), con la que el país se coloca en segundo lugar a nivel mundial detrás de Francia, su país de origen. Igual es el caso de las españolas REC (2007) y [Rec]² (2009).
Hoy en día
Este año en que la industria cinematográfica ha tratado de regresar, la taquilla mexicana ha visto a su público correr al cine buscando brincos y sustos.
La película Ruega por nosotros -que en el resto del mundo ha pasado sin pena ni gloria- estuvo en primer lugar de taquilla durante tres semanas en México. El mismo caso se dio con El Conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo, que desbancó a la superproducción de Disney, Cruella, después de su fin de semana de estreno.
La casa oscura, Maligno y Candyman no se han quedado atrás, y no sorprende también que Venom: Carnage Liberado, con su mezcla de superhéroe y comedia con tintes de horror se esté convirtiendo en una de las películas más taquilleras del año.
La cartelera mexicana suele tener mínimo un estreno de terror a la semana, lo que habla de la excesiva demanda que hay para este tipo de contenido, y de Octubre a Diciembre se tienen programados ya los estrenos de Cuando el demonio llama (Suecia), Presencias inexplicables (EU), Espíritus oscuros (EU), Contagio en altamar (EU), The Closet (Corea del Sur), The Jack in the Box (Reino Unido) y El reflejo del diablo (Canadá), sin mencionar El misterio de Soho de Edgar Wright. La mayoría ni siquiera son producciones nuevas, pero las distribuidoras las buscan para darles una oportunidad en México y con suerte salir en números negros.
A este respecto, esas mismas distribuidoras son las que eligen los nombres que llevarán las películas para su estreno en nuestro país. Esa, sin embargo, es una historia de horror para otra ocasión.
Una versión de este artículo apareció en la Revista MEXA en su edición de Noviembre 2021. Síganla en https://www.instagram.com/revistamexa
Gráfico: Daniel López (IG: @solo.dann)
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