
31 May El auge del crimen
No es ningún secreto que las series sobre crímenes, criminales, y criminología han llamado la atención del público por décadas, dando paso a cientos de programas que solo son rivalizados por aquellos que se llevan a cabo en hospitales.
El morbo, el valor de entretenimiento que hay en resolver un caso, el secretamente sentirnos mejores personas, o simplemente el interés psicológico por personas o personajes que llegan a tales extremos son solo algunas de las razones detrás de esta fascinación.
Y si bien es cierto que Estados Unidos –con todos sus contrastes- se ha vuelto experto en programas sobre investigaciones policiacas que han dado paso a innumerables spin-offs y copias como Law & Order, CSI: Crime Scene Investigation, NCIS, y Criminal Minds, entre otros, los últimos años hemos visto un curioso fenómeno que se ha traducido a series y miniseries de mayor calidad y caché.
El elemento ‘whodunit’, que se traduciría como ‘¿quién lo hizo?’, cada vez se hace más presente en producciones que buscan acaparar la atención de un público que tiene cientos de opciones diferentes para ver en una sentada de sillón, atiborrados de contenido de una cada vez mayor oferta de plataformas de streaming, sin mencionar lo que todavía producen los canales de televisión abierta.
Es cada vez más común toparse con series que en su primer capítulo, o capítulo piloto, abren con un cadáver o con algún crimen o asesinato cuya explicación se irá desenmarañando durante seis, ocho o diez capítulos.
No es un fenómeno nuevo tampoco. Marc Cherry lo explotó al máximo cuando lo utilizó en 2004 con sus Desperate Housewives (Star+), una serie cuyo principal objetivo era satirizar la vida suburbana estadounidense, pero cuyo elemento de misterio siempre mantenía al público enganchado.
El año pasado, en pleno auge pandémico, se volvió viral la serie The White Lotus (HBO Max) de Mike White, una vez más una brillante y ácida sátira sobre divisiones sociales y raciales en un hotel de lujo que iniciaba con un misterioso cadáver siendo subido a un avión, y que al final de cuentas resultó ser lo de menos.
De 2020 a la fecha hemos seguido viendo este fenómeno en producciones que han sido muy bien recibidas por el público o que incluso han sido nominadas (y en varios casos ganadoras) de de importantes premios. Actores y actrices de la talla de Kate Winslet, Nicole Kidman, Hugh Grant, Amy Adams, Andrew Garfield y Olivia Colman, entre muchos otros, se han subido a este tren.
¿Y por qué no? El crimen y el misterio son oportunidades de oro para explorar el comportamiento humano, algo que los actores piden a gritos, y que hoy en día es más fácil encontrar en una miniserie que en una película.
Ficción contra realidad
Las series que utilizan un crimen como punto de partida se pueden dividir en dos: las ficticias y las basadas en historias reales, o ‘true crime’.
Y el género es lo de menos. Only Murders in the Building (Star+) y The Afterparty (AppleTV) son comedias burdas e inteligentes (sobre todo la primera) que arman su trama a partir de un asesinato. The Flight Attendant (HBO Max) pone a Kaley Cuoco en medio de un surreal caso que la lleva hacia una interesante exploración de la salud mental, aún más en su recién estrenada segunda temporada.
Por otro lado, The Undoing (HBO Max) y Defending Jacob (AppleTV) toman la ruta clásica y hasta elegante de whodunits donde no se pretende ser más que un caso de quién es el culpable.
Está también Sharp Objects (HBO Max), con su estudio de carácter sobre los traumas de una mujer derivados de su crianza, Yellowjackets (Paramount+), una deleitable sorpresa de cuasi horror que tiene a los fans haciendo innumerables teorías, Mindhunter (Netflix), que literal trata sobre detectives desenmascarando asesinos seriales, o incluso frivolidades como Elite (Netflix), la serie española sobre jóvenes calenturientos que siempre están enredados en crímenes dignos de traumas de por vida.
Por otro lado, Olivia Colman y David Thewlis estrenaron hace unos meses la serie Landscapers (HBO Max), interpretando a los famosos ‘Asesinos de Mansfield’ en una serie igual realista que surreal.
Renée Zellweger subió de peso una vez más para estelarizar The Thing About Pam, una serie suceso de NBC en una época en la que la televisión abierta en Estados Unidos cada vez recibe menos atención.
Y en un caso similar, Elle Fanning se transformó por completo para interpretar a la presunta asesina Michelle Carter en The Girl from Plainville, que ha sido muy bien recibida en su estreno por Hulu.
El veredicto sigue abierto para tres series que recién estrenaron pero que vienen con mucho prestigio: Under The Banner of Heaven con Andrew Garfield y Candy con Jessica Biel (ambas de Hulu), y The Staircase (HBO Max), con Colin Firth y Toni Collette.
Lo que es cierto es que la fórmula sigue funcionando, y como espectadores somos igual cómplices que partícipes, pero es que, ¿quién se puede resistir a querer llegar al fondo del asunto?
Una versión de este artículo apareció en la Revista MEXA en su edición de Mayo 2022. Síganla en https://www.instagram.com/revistamexa
Gráfico: Daniel López (IG: @solo.dann)
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