06 Dic Reseña: Alta costura
Después de su paso por el 26º. Tour de Cine Francés y de ser considerada como una de las favoritas de la muestra, la película Haute Couture (2021) tiene esta semana su estreno comercial en México.
En ella, la legendaria actriz Nathalie Baye interpreta a Esther, la modista principal de la casa Dior que está a punto de retirarse y que un buen día es despojada de su bolso mientras camina por el metro de París. La principal asaltante es Jade (Lyna Khoudri), quien va por la vida sin rumbo, y a quien Esther contrata para enseñarle todo lo que sabe sobre la alta costura.
La premisa realmente es esa, y si se lee como algo increíblemente disparatado es porque en verdad lo es.
La directora y guionista Sylvie Ohayon no intenta hacer una película seria y realista sobre el mundo de la moda, sino que tiene puesto el ojo en contar una historia rosa tipo Cenicienta llena de coincidencias inverosímiles, cursilerías puntualizadas por una partitura bastante obvia, canción tras canción que acompañan cada momento catártico, y un guion que se mueve en una muy delgada línea entre querer ser inclusivo, pero que se va al lado opuesto más de una vez.
La ilusión, sin embargo, es la de una historia bonita y complaciente que deja a la audiencia con una sonrisa y la sensación de haber recibido un abrazo cálido, y que ve su mayor virtud en las escenas que muestran el proceso de confección y creación de los vestidos, todo maravillosamente fotografiado por Georges Lechaptois.
Mención aparte merecen las actrices, con una Baye que es toda dignidad y elegancia, y Lyna Khoudri, actriz en ascenso que con Papicha: Niña hermosa (2020) ya había tomado al mundo por sorpresa, y que aquí demuestra una vez más el por qué.
Título original: Houte Couture
Año: 2021
País: Francia
Director: Sylvie Ohayon
Elenco: Nathalie Baye, Lyna Khoudri, Pascale Arbillot
Esta reseña apareció inicialmente en la sección Primera Fila del periódico Reforma.
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