Reseña: Matthias y Maxime

Después del fracaso de su película quizás más rimbombante, The Death and Life of John F. Donovan (2018), Xavier Dolan regresó a sus raíces para contar una historia más íntima y entre amigos en Matthias y Maxime (2019).

Matthias (Gabriel D’Almeida) y Maxime (Xavier Dolan) son dos mejores amigos que aceptan participar en un cortometraje. La producción en cuestión implica que se den un beso, y a partir de ahí su relación y la de su entorno se ven profundamente afectadas entre el miedo y la confusión.

La octava película del prolífico director canadiense es quizás la más contenida de su filmografía. Atrás quedó la experimentación con montajes, uso de color y relación de aspecto en pantalla. El enfoque ahora es en el drama que envuelve a sus personajes sin mayor artificio más allá de la sensiblería en la que suele tropezar de vez en vez, sobre todo hacia el final.

Sin embargo, Dolan entrega aquí la mejor actuación que se la ha visto hasta ahora, quizás apoyado por un personaje sólidamente desarrollado, particularmente en la relación que tiene con una magnífica Anne Dorval (su madre de nuevo en la quinta colaboración con el cineasta).

En contraparte, el personaje de Matthias queda un poco relegado al fondo, permaneciendo un misterio para el espectador que busca desesperadamente empatizar con el dúo y su destino.

Al terminar la película me quedó la impresión de haber visto una continuación canadiense de Y tu mamá también (2001), y Dolan siendo Dolan hace excelente uso de la música e incluso logra insertar una inesperada y jocosa referencia a una de sus películas favoritas, Titanic (1997).

Año: 2019.
País: Canadá.
Director: Xavier Dolan.
Elenco: Xavier Dolan, Gabriel D’Almeida, Anne Dorval, Pier-Luc Funk.

Esta reseña apareció inicialmente en la sección Primera Fila del periódico Reforma, versión online, el 25 de junio de 2021.

Pepe Ruiloba
pepe@cinepantalla.com

Apasionado del cine, la televisión y el olor a tierra mojada de Guadalajara. Crítico de cine y programador de festivales. Más Forrest que Pulp, pero para todos hay. Y pa fregonas... Salma.

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