19 Ene Reseña: Bad Boys para siempre

Cuando se estrenó Dos policías rebeldes (1995) yo era menor de edad y por llevar la clasificación “C” en México no podía entrar a verla. Recuerdo el morbo que esto provocaba, sobre todo porque la vendían como una comedia pero al parecer su nivel de violencia era extremo.

La secuela llegó ocho años después con Dos policías rebeldes 2 (2003), un éxito taquillero aún mayor que también cargaba con la prohibitiva clasificación. Sería hasta 2011 que existiría la clasificación “B-15”, menos restrictiva y con la que ahora llega Bad Boys para siempre.

Hoy en día ese nivel de violencia en las películas es algo a lo que estamos muy acostumbrados y que apenas y causa shock. Pero esa es otra historia.

En esta tercera entrega ya no regresa el director Michael Bay (aunque aparece por ahí en un cameo) pero su estilo está patente en cada encuadre, cada persecución, cada explosión. La acción es incesante, y a pesar de estar bien hecha, al escribir este texto me es difícil recordar alguna secuencia realmente memorable.

Es también un curioso híbrido entre blockbuster hollywodense y telenovela mexicana; y este último término no lo estoy usando a la ligera. Al igual que Terminator: Destino oculto, he aquí otra franquicia que en su nueva iteración se tornó latina. La villana es Kate del Castillo, y la jefa/interés romántico es Paola Nuñez. Las escenas de la primera son particularmente risibles, algo que un personaje recalca en una línea que como mexicanos causará mucha risa.

Y esa es precisamente la salvación de todo este esfuerzo: la química entre Will Smith y Martin Lawrence, no hay más.

Título original: Bad Boys For Life
Año: 2020.
País: Estados Unidos.
Directores: Adil El Arbi, Bilall Fallah.
Elenco: Will Smith, Martin Lawrence, Kate del Castillo.

Esta reseña apareció originalmente en los periódicos Mural y Reforma.